LECCIÓN 3: Improvisar sobre un «cantus firmus»
El ejercicio propuesto en esta lección nos traslada a los inicios de la música de órgano, incluso de la música polifónica en la Edad Media, donde toda creación musical giraba en torno a la inspiración del canto llano.
Unas de las primeras formas de creación musical en el entorno religioso y, por tanto, en el entorno del órgano, fueron aquellas inspiradas en el canto gregoriano. Es común encontrar obras polifónicas en las que el canto gregoriano es tratado como la tela de fondo de un tapiz lleno de florituras imaginativas.
Nos han llegado muy buenos ejemplos instrumentales de esta práctica, como el caso del Codex Faenza, que data del s. XV. En él encontramos numerosos ejemplos a dos voces, en los que una voz reproduce las notas de un canto, alargadas a valores de compás o mayores (voz llamada cantus firmus), mientras que otra voz produce un contrapunto lleno de disminuciones (notas breves) y ritmos de muchas especies.
No hay duda de que músicas como estas eran antes improvisadas que escritas, con lo que el ejercicio de esta semana es un pequeño homenaje a los inicios de la música instrumental occidental.
El ejercicio propone varias improvisaciones con esta forma creativa, reduciendo al mínimo las restricciones impuestas. Por ahora no hemos hablado de contrapunto, con lo que no hay que preocuparse demasiado por la «corrección» del resultado polifónico.
Este ejercicio no solo potenciará la creatividad y las habilidades improvisatorias, sino también la independencia de ambas manos.
Esta clase se ha grabado en el órgano de la parroquia de La Inmaculada Concepción de Herencia (Ciudad Real).
¡Vamos allá!
Aquí puedes descargar un PDF con los cantus firmus propuestos en el vídeo, pasados a varias tonalidades, de modo que puedas practicarlo.
También puedes crear tus propios ejemplos de cantus firmus para improvisar… Entra en el foro de la lección para compartir tus propios ejemplos, apreciaciones, dudas, y todo lo relacionado con esta lección.
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