Improvisación
En ocasiones vemos la improvisación como una pérdida de tiempo delante del instrumento. ¡Difícilmente podemos estar más equivocados!
Improvisar es la forma más natural de hacer música.
Hay estilos y géneros musicales que se basan en la improvisación, como el Jazz o el flamenco. Pero incluso la música más apegada a la partitura, como es el mundo de la música clásica, ha cultivado desde siempre la improvisación: las cadencias reservadas para los solistas en los conciertos clásicos y románticos, la libertad y maestría a la hora de ornamentar en el barroco, o de glosar en la música instrumental del s. XVI…
Mucha música de los s. XX y XXI espera del ejecutante que improvise a partir de los dibujos poco precisos de sus partituras gráficas, como ocurre en la obra para órgano solo Volumina de Ligeti.
En el órgano hay una larga tradición en la improvisación. Nunca se ha entendido la educación de un organista al margen de la improvisación. Entonces… ¿por qué no improvisamos? (o por qué improvisamos poco) La respuesta no es sencilla: en cierto modo en España hemos perdido esta tradición, y es nuestra generación la que la intenta recuperar. No solo hablo del órgano, sino de la educación musical en general.
Este curso viene a responder a esta demanda. De una forma muy sencilla, trabajaremos la improvisación con pequeños ejercicios que podrás realizar con independencia de tu nivel musical y técnico.
Si estás empezando a tocar el órgano, este curso es para ti…
Si ya eres capaz de tocar repertorio pero nunca has trabajado la improvisación de una forma seria, este curso también es para ti…
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